Dado
que el hígado es también responsable de la producción de bilis, otra forma de
desintoxicación que es metabólicamente necesaria para la descomposición y
asimilación de las grasas y las proteínas de los alimentos, es sumamente
importante que tu hígado se mantenga de forma adecuada. Sin un hígado que
funcione bien, tu cuerpo será incapaz de limpiarse por sí mismo y absorber los
nutrientes, lo que es una forma segura para perder la salud.
“Los
miles de sistemas de enzimas que son responsables de prácticamente todas las
actividades del cuerpo se construyen en el hígado”, escribe el Dr. Karl Maret,
MD, de la importancia de la función dinámica hepática. “El buen funcionamiento
de los ojos, el corazón, el cerebro, las gónadas, las articulaciones y los
riñones, todos dependen de una buena actividad del hígado”.
“Si
el hígado se deteriora, hay un deterioro de la función del cuerpo en general y
un mayor estrés metabólico en la persona.”
Así
que aquí tienes siete alimentos importantes que puedes incorporar a tu dieta
para mantener un hígado sano.
Ajo, pomelo, manzana, té verde
y las verduras
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El ajo contiene numerosos compuestos que
contienen azufre que activan las enzimas hepáticas responsables de la
eliminación de las toxinas del cuerpo. Junto con la cebolla, también contiene
alicina y selenio, dos poderosos nutrientes que ayudan a proteger al hígado del
daño tóxico, y ayudan en el proceso de desintoxicación.
El pomelo es
rico en vitamina C natural y antioxidantes, dos productos para la limpieza del
hígado de gran alcance. Al igual que el ajo, el pomelo contiene compuestos que
estimulan la producción de enzimas para la desintoxicación del hígado. También
contiene un compuesto flavonoide conocido como naringenina que hace que el
hígado queme las grasas en lugar de almacenarlas.
El té verde contiene catequinas, un tipo de
antioxidante vegetal que ha sido demostrado en estudios para elimina la
acumulación de grasa en el hígado y promueven una función hepática adecuada.
Esta bebida también protege el hígado contra las toxinas que de otro modo se
acumulan y causan graves daños.
Los vegetales de hojas verdes como la calabaza amarga, rúcula, hojas
de diente de
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león,
espinaca, hojas de mostaza, y la achicoria también contienen numerosos
compuestos de limpieza que neutralizan los metales pesados, que puede soportar
en gran medida el hígado. Las verduras de hoja verde también eliminan los
pesticidas y herbicidas del cuerpo, y estimulan la creación y el flujo de la
bilis.
Aguacates, nueces y cúrcuma
Los aguacates promueven
activamente la salud del hígado al proteger contra una sobrecarga tóxica, y
aumentando su poder de limpieza. Algunas investigaciones han demostrado que
comer uno o dos aguacates a la semana en tan sólo 30 días puede reparar un
hígado dañado.
Las nueces, contienen altos niveles de
L-arginina, un aminoácido, el glutatión y ácidos
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grasos
omega-3, que también ayudan a desintoxicar el hígado de las enfermedades
causadas por el amoníaco. Las nueces también ayudan a oxigenar la sangre, y los
extractos de sus cáscaras se utilizan con frecuencia en las fórmulas de
limpieza del hígado.
La cúrcuma, uno de los alimentos más eficaces para mantener un hígado sano, se ha demostrado que protege activamente el hígado contra el daño tóxico, e incluso regenera las células dañadas del hígado. La cúrcuma también aumenta la producción natural de la bilis y mejora la función general de la vesícula biliar, otro órgano del cuerpo utilizado en su purificación.
La cúrcuma, uno de los alimentos más eficaces para mantener un hígado sano, se ha demostrado que protege activamente el hígado contra el daño tóxico, e incluso regenera las células dañadas del hígado. La cúrcuma también aumenta la producción natural de la bilis y mejora la función general de la vesícula biliar, otro órgano del cuerpo utilizado en su purificación.