Hoy,
uno de cada cuatro hogares en el planeta cuenta con uno de estos hornos. Su
popularización no solo ha servido para ahorrar tiempo en la cocina, sino que
alrededor de este aparato se ha generado toda una industria. Crispetas de maíz,
pizzas, sopas instantáneas y toda clase de comida congelada hacen parte de la
larga lista de productos fabricados exclusivamente para ser cocinados o
calentados con solo oprimir un botón, esto sin contar las vajillas y
recipientes que se han creado al efecto.
En Colombia, según la Encuesta de Calidad
de Vida de 2012 realizada por el Dane, el 20 por ciento de los hogares tiene un
microondas. A pesar de que en 2009 la Organización Mundial de la Salud (OMS),
tras varios años de estudios, respaldó su uso como una herramienta inofensiva,
es común que las personas crean que pararse frente al microondas cuando está
funcionando puede generar cáncer, tumores o impotencia. También se cree que los
alimentos cocinados en estos aparatos pierden nutrientes ¿Qué hay de cierto en
todo lo que se dice? Mitos y realidades de un aparato que revolucionó la forma
de cocinar en el mundo entero.
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Debido a que las microondas no penetran con facilidad en alimentos
demasiado gruesos, procure dejarlos el tiempo necesario para matar los
microorganismos potencialmente peligrosos, y evitar intoxicaciones por la falta
de cocción.
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Evite utilizar hornos con la puerta averiada ya que este tipo daños
permite la fuga de microondas que sí pueden ser perjudiciales. Leer
detenidamente las instrucciones de cada horno.
Cuatro mitos
1 Pérdida de nutrientes
Algunas
personas prefieren calentar los alimentos en el fogón pues consideran que al
ponerlos en el microondas los platos pierden nutrientes y sabor. Sin embargo,
la FDA explica que todo alimento que se somete a altas temperaturas experimenta
una pérdida normal en los nutrientes, sin importar si se cocina por medio de
fuego, ondas o electricidad. De hecho, la FDA sostiene que cocinar en
microondas podría mantener aún más las vitaminas y minerales debido a la
rapidez con la que se cuecen los alimentos y porque no hay necesidad de
adicionar agua para hacerlo.
2 Las microondas causan cáncer
La
creencia más popular sobre las microondas es la propensión a desarrollar algún
tipo de cáncer debido a la radiación que emiten. Sin embargo, Nathaly Barbosa,
física médica del Instituto Nacional de Cancerología, explica que a diferencia
de la radiación ionizante, que sí es cancerígena, los microondas funcionan por
medio de radiofrecuencias que están incluso por debajo de los límites
permitidos y no causan ningún daño al organismo. Además, aclara que después de
tantos años de uso, no hay evidencia científica que pruebe una relación entre
el cáncer y la exposición a este tipo de ondas.
3 infertilidad e impotencia
Otro
de los mitos que ha hecho carrera alrededor de los microondas es la posibilidad
de quedar estéril o desarrollar impotencia si la persona permanece mucho tiempo
frente al horno en funcionamiento. Barbosa aclara que precisamente estos hornos
tienen un blindaje que impide que las ondas salgan del aparato, e incluso, si
hubiera algún tipo de filtración, los niveles de radiación son tan bajos que no
afectan ningún sistema en el organismo.
4 comida radioactiva
Muchas
personas que cocinan en el microondas creen que es necesario retirar los
alimentos tan pronto el horno deja de funcionar pues de no hacerlo pueden
adquirir componentes radioactivos. No obstante, el Instituto Nacional de
Cancerología explica que para que haya contaminación radiactiva es necesaria
una modificación atómica, como ocurre con la radiación nuclear, que es muy
distinta a la que emana del microondas. La OMS explica que las ondas de estos
hornos son como la luz de un bombillo, de tal modo que cuando este se apaga,
simplemente la luz desaparece.
Tomado
de: Sumamente